A la típica redacción del cole: ¿Qué quieres ser de mayor?
yo daba tres opciones: monja, escritora o actriz.
La vocación religiosa desapareció con las primeras espinillas y solo escribo para aclarar mis ideas, pero interpretar me atrapaba cada vez más y así
sigue siendo.
He trabajado delante y detrás de la cámara, disfruto siendo parte de un espectáculo, sea como actriz o regidora, me sienta bien cuando acaba, saber
que he aportado mi parte.